sábado, 18 de junio de 2016
Capítulo 13: El momento del sexo · Chapter 13: Sexual time
Mía permanece.
A pesar de que ya lleva muchos golpes. A pesar de que todo el amor que la rodea quiere que caiga. Permanece.
Se ha hecho más fuerte, estos días. Ha labrado la tierra, ya diremos más adelante dónde, ha hablado lo suficiente y ha leído y escrito algunas cosas. Ha recuperado música de la adolescencia. Ha dormido abrazada a un peluche grande. Ha hablado con sus padres y hermanos. ha recibido muchos besos, mucha comida, mucho cuidado. No de la dama. De los que al final la han querido.
Esas semanas, el laberinto se ha hecho más grande. Y la factura de teléfono intentando negociar el drama de la ruptura han engordado.
El bosque se hizo espeso, cuando fue a parar allí. Fue un bosque oscuro. era casi la muerte. La muerte esperando a que ella subiese en la barca, pagase la penitencia, cruzar el río. Al cruzar el río, poner un pie desnudo en la tierra mojada. Luego el otro. Más tarde respirar. Nunca mirar atrás. Es lo único que no se puede hacer cuando se elige la muerte.
- ¿Pero elegir la muerte, por qué?- las palabra del Sr. psicólogo la han despertado. Ha tenido que volver a la ciudad para asistir a la consulta y su mente aún está un poco más allí que aquí. Lo escucha como algo lejano.
- Elegir la espesura. El bosque oscuro. No exactamente la muerte. Pero todo el mundo sabe que las personas elegimos por donde andar porque elegimos un final para nosotros.
- Puede que hayas vuelto demasiado introvertida. ¿Puedes explicarte?
- No me apetece explicarme. Pero lo haré si me lo pide. No sé si lo haré muy bien. Probemos. Elijo el camino al que me llevo. No puedo elegir otro distinto. Lo elijo porque me conviene. Porque determinada fauna es la que busco. Porque determinado ruido es mi ruido. Todo eso me conviene. No buscamos lo que no nos conviene. Aunque lo que escojamos sea feo, asqueroso. Aunque sepamos que nos llenamos de suciedad, que está lleno de insectos que se pegan a la piel.
- No podemos seguir hablando así, you know?
- No, no lo entiendo.
Su cara empieza a enrojecer. Está realmente enfadada.¿Su incapacidad es suya o es del idiota de su interlocutor? Joder. Empieza a pensar muy deprisa. Dibuja una espiral de ideas. Las palabras se vuelven juegos de palabras. Las frases no tienen principio y fin e, intercaladas, hay palabras que no entiende cercanas al castellano medieval de Poema de Mío Cid.
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