miércoles, 13 de marzo de 2019

Chapter 25: people & things / Capítulo 25: personas & cosas

Siempre me han interesado las personas. Cómo las personas piensan y se comportan. Cómo llegan a determinadas conclusiones.
Observar.
Tú observas las cosas y yo a las personas.

Y nos parece tan natural que no entendemos como el otro lo ve distinto.

O soy yo la que está empeñada en que lo veamos igual.

Puede.

Época de crisis.

Quiero estar con una mujer pero no quiero estar con esa mujer. No quiero una mujer. Ni quiero un hombre. Pero no es querer sino sentir y necesitar.

Estoy en la encrucijada entre la mente y el cuerpo. Y es la vida la que me pone entre la espada y la pared.

Eligiendo una cosa u otra  mi vida cambia.

Eligiéndolo a él mi vida cambia.

Y eso él no lo entiende porque solo entiende las cosas.

Para mi es incomprensible.

¿Cómo puede ser que entienda el funcionamiento de un coche y no pueda entenderme a mí?

Él dirá:

Un coche es un coche. Y tú no paras de cambiar de opinión.

Claro, soy una persona. Pero mi maquinaria es siempre la misma.

Personas, cosas y langostas. Peterson. Gracias a Peterson he aprendido porque estamos interesados en cosas distintas. Macho y hembra. Langostas. Nos comportamos como lo que somos, un hombre y una mujer.

Si todo fuese fácil sería como lo estoy diciendo ahora mismo, ni más ni menos, pero no lo es.

Yo no me siento una langosta. Al menos no mentalmente.

Aunque podría llorar si alguien cogiese a esa langosta y quisiese engullirla en caldereta.

Entiendo ahora por qué para Pablo es tan absurdo ser pansexual. No lo entiende.

Yo, que tengo tantas hormonas y ya no sé ni siquiera cuáles me representan, sí lo entiendo. Pero mi cuerpo no. ¿Qué hago?


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